Con la entrada del 2023, entraba en vigor el nuevo impuesto al plástico de un solo, fijando un impuesto de 0,45 euros por kg de plástico no reutilizable y será de obligado cumplimiento para todas las importaciones.
Con esta medida, se espera encontrar soluciones para evitar los plásticos de un solo uso, aplicando a los supermercados de más de 300 metros, que destinen un 20% de su superficie a la venta de productos sin balaje o a granel, y promocionando el uso de las bolsas reutilizables.
Desde la OCU (Organización de Consumidores y Usuarios) consideran esta medida como «poco ambiciosa», y avisan de que se vigilará para que las nuevas obligaciones que se imponen a los productores no se trasladen a los consumidores en forma de sobrecoste.